viernes, 29 de noviembre de 2024

Hank Williams sigue llorando todavía


 

Este maravilloso canto a la tristeza trajo a Hank Williams a mi vida. Nunca lo he olvidado, como nunca olvidaré a los actores ni la guerra de Corea (que engendraría un monstruo con persistencia en Ucrania) y sobre todo, entre tantos jóvenes que viven en ninguna parte, el dueño del único bar que aún rumia, con elegancia un amor perdido por el interés y la comodidad. El director está soberbio, es apasionado, entregándonos este cadáver que no tiene nada de exquisito.


The last picture show es una oda a la desesperación que sigue vigente ¡Ay, cine de todas las horas!. Siempre hay una última función en que el único espectador puede ser uno mismo que no recuerda quien es, quien puede estar por encima del amor y el olvido. un pueblo sin pulso que no puede escapar del polvo, que vive sin poesía.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.