Acaso entonces entiendas todo,
lo entiendas sin letra mayúscula,
sin acentos, sin signos de puntuación,
sin el tiempo necesario para seguir mirando atrás,
tan solo con la mochila de la experiencia,
unas cuantas arrugas y unas canas incapaces de volar al viento.
( Alejandro Costa - Nos volveremos a encontrar)
lo entiendas sin letra mayúscula,
sin acentos, sin signos de puntuación,
sin el tiempo necesario para seguir mirando atrás,
tan solo con la mochila de la experiencia,
unas cuantas arrugas y unas canas incapaces de volar al viento.
( Alejandro Costa - Nos volveremos a encontrar)
El músico y cantautor Luis Eduardo Aute compuso
esta canción para denunciar los últimos fusilamientos del régimen
franquista, ocurridos el 27 de septiembre de 1975. Para ello tuvo que
sortear la censura dictatorial, enmascarando este alegato a la pena de
muerte bajo una aparente historia de amor.
( La Red)
Aute defendía años más tarde, cuando vislumbraba con elegancia y un
incierto desasosiego el final de los finales que su canción más conocida
era, simplemente, una historia de amor, cuando el amor duele y nos
arrincona, pues no supimos creer en él cuando más nos necesitaba. Yo aún
quiero pensar que es un alegato contra la pena de muerte, tan
penetrante y triste como El verdugo o La milla verde.
James Dean tiraba piedras
a una casa blanca,
entonces te besé.
(Aute - Las cuatro y diez)
El triunfo de la sencillez exquisita, cuando miramos sin querer ver las
huellas borradas por nuestra fragilidad, unas pinceladas de conceptismo
manchan el lienzo, de surrealismo que lucha, sabiendo que no puede
esquivar lo inevitable y Luis Eduardo hace que muera lo que es
inmortal.
De alguna manera
tendré que olvidarte,
por mucho que quiera
no es fácil, ya sabes.
me ofrezco y me entrego
a las sombras de tu noche
(Francisco Lobo)
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.