Así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños
siempre buscando a Dios entre la niebla.
(Antonio Machado)
viernes, 19 de mayo de 2023
De aquí a la eternidad
Reconozco, Armilo, que el poema es raro; el solo de trompeta de
Montgomery Clift es el más melancólico y amargo de la historia de cine.
El actor, antes del accidente que lo limitó dramáticamente, aprendía
todo aquello que le exigía el guion.
No sé qué pensar hoy día del "Último tango en Paris", quizás se haya
quedado, como "Muerte en Venecia", como un ejemplo de la desesperación
de un tiempo que nunca nos perteneció y flirteaba con la pedantería más
solemne y desencaminada. Al final nos sentimos solos cuando desgranamos
los recuerdos. He llegado a sentir con pesar que, a los que
despertábamos a la vida y al amor, ese tiempo nos puso los cuernos y nos
dejó vagando en un desconcierto cruel y trasnochado.
(A mi entrañable amigo Armilo, un poeta de verdad, capaz de enfrentarse a la vida mirando fijamente a los ojos de la muerte)
¡Oh perversa y maldita oscuridad del Orco
que aniquilas y olvidas todo lo bello!
(Catulo)
A Jaume Gimbert, me dijeron hace unos
días que llevaba muchos años muerto. No voy a decir que presintiera su
muerte, ni que la conmoción hiciera que abandonara mis tareas, pero miro
con frecuencia sus fotografías y me pregunto cómo pudo dejarnos tan
pronto, nadie como él me ha enseñado a sonreír en la tristeza. Me habló,
con su permanente sonrisa de luz que invitaba a cortejar con amargura a
la alegría cuando no queda nada, de esta historia que podría
aplicársele a cualquier soldado desconocido.
Hola Francisco E. Me alegra saber que sigue vivo este blog tuyo donde la buena poesía rebosa por sus cuatro costados. Es una gozada llegar hasta aquí y zambullirse en tus versos. Además de sentir que la poesía es importante,algo de lo que siempre estoy dudando, descubro continuamente nuevas formas de expresión que coinciden plenamente con lo que yo amo y pienso en relación con este mundo de la poesía. Como ejemplo,estos versos: "Aquí mi boca tibia, mis versos más amargos se funden con la gente que escapa de su casa como la niña inquieta de un sueño inacabado, la mujer que resiste tenaz en tus cuarteles y el poeta lejano que no encuentra su sitio en un vuelo disperso que ahogaste en tus lazos, que inmolaste con rabia entre las flores mustias que cuidaran tus manos." Sublimes. Fuerte abrazo,amigo poeta.
No sé si he conocido mejor poeta que tú en estos medios, Joaquín, lo que sí sé seguro es que no he conocido a ninguno que se acerque a tu mágica ternura, es posible que resistas en primera línea en las trincheras del libre pensamiento y el amor, ahora que no está de moda ser libre ni pensar y el amor se resuelve en la soledad de un rito antiguo que nadie quiere conocer. Me has alegrado la mañana, y en estos días que ruedan monótonos hacia el destino, necesito fervientemente una sonrisa.
"Me has alegrado la mañana, y en estos días que ruedan monótonos hacia el destino, necesito fervientemente una sonrisa." Me alegra leerte esto y, por si sirve de consuelo, decirte que somos legión los que estamos necesitados de una sonrisa sincera. En cuanto a la primera frase del comentario, yo sí he conocido en estos medios a muchos poetas mejores que yo y sin duda tú eres uno de ellos, de los mejores. Gracias por tus palabras, siempre ayudan a seguir caminando por este camino a veces tortuoso del pensamiento-sentimiento poético.
Aunque no lo sepas ahora y, quizás, no lo sepas nunca, eres grande Joaquín; tu humildad no es una pose. Me reconforta que seas tú quien esté en primera línea de la trinchera en la que se lucha contra una modernidad sin alma. Tienes la ternura de Joan Margarit y el dolor nostálgico del no se sabe qué que sigue ardiendo en el recuerdo de Arturo Maccanti. No recuerdo el día que te cruzaste en mi camino, pero, sin duda, debió ser luminoso.
Hola Francisco E. Me alegra saber que sigue vivo este blog tuyo donde la buena poesía rebosa por sus cuatro costados. Es una gozada llegar hasta aquí y zambullirse en tus versos. Además de sentir que la poesía es importante,algo de lo que siempre estoy dudando, descubro continuamente nuevas formas de expresión que coinciden plenamente con lo que yo amo y pienso en relación con este mundo de la poesía. Como ejemplo,estos versos:
ResponderEliminar"Aquí mi boca tibia,
mis versos más amargos
se funden con la gente que escapa de su casa
como la niña inquieta de un sueño inacabado,
la mujer que resiste tenaz en tus cuarteles
y el poeta lejano
que no encuentra su sitio
en un vuelo disperso que ahogaste en tus lazos,
que inmolaste con rabia
entre las flores mustias que cuidaran tus manos."
Sublimes.
Fuerte abrazo,amigo poeta.
No sé si he conocido mejor poeta que tú en estos medios, Joaquín, lo que sí sé seguro es que no he conocido a ninguno que se acerque a tu mágica ternura, es posible que resistas en primera línea en las trincheras del libre pensamiento y el amor, ahora que no está de moda ser libre ni pensar y el amor se resuelve en la soledad de un rito antiguo que nadie quiere conocer. Me has alegrado la mañana, y en estos días que ruedan monótonos hacia el destino, necesito fervientemente una sonrisa.
Eliminar"Me has alegrado la mañana, y en estos días que ruedan monótonos hacia el destino, necesito fervientemente una sonrisa."
ResponderEliminarMe alegra leerte esto y, por si sirve de consuelo, decirte que somos legión los que estamos necesitados de una sonrisa sincera.
En cuanto a la primera frase del comentario, yo sí he conocido en estos medios a muchos poetas mejores que yo y sin duda tú eres uno de ellos, de los mejores. Gracias por tus palabras, siempre ayudan a seguir caminando por este camino a veces tortuoso del pensamiento-sentimiento poético.
Aunque no lo sepas ahora y, quizás, no lo sepas nunca, eres grande Joaquín; tu humildad no es una pose. Me reconforta que seas tú quien esté en primera línea de la trinchera en la que se lucha contra una modernidad sin alma. Tienes la ternura de Joan Margarit y el dolor nostálgico del no se sabe qué que sigue ardiendo en el recuerdo de Arturo Maccanti. No recuerdo el día que te cruzaste en mi camino, pero, sin duda, debió ser luminoso.
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