Una chica ninguneada por el gran Harrison Ford
10 de junio de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un tiempo de amor que ya he vivido
y otro de soledad, olvido, nada,
(Albérico Mansilla)
y otro de soledad, olvido, nada,
(Albérico Mansilla)
El comienzo de Blade Runner merece ser considerado el mejor de la historia del cine, parece el sueño y pesadilla del desasosiego diseñado por Moebius.
Si solo tuviera por decreto de Sánchez y sus esbirros progresistas y su fobia compulsiva hacia el hombre de la calle una película de culto no podría ser otra que Rachel, una replicante casi humana que puede llegar a sentir y enamorarse. Harrison Ford es tan humano que parece incapaz de rechazar un polvo fácil, tan desencantado que parece estar caminando por una novela más negra que el sueño eterno, vamos a reconocer que la ilación no es una de las virtudes de esta película fascinante.
El rey de los desengañados no tiene nada que perder, como los anti-héroes de Scorsese, más bien de Robert de Niro (No podemos obviar que el más profundo y amargo de ellos sea el cazador de Cimino) , no sueña, eso se lo reserva a su fiel y sentimental muñeca, apenas piensa. Tiene, como Robert Jordan, que dinamitar un puente y es lo único que le importa, aunque sepa, a ciencia cierta, que no sirve para nada. Su tiempo del amor se ha diluido.. .
Si solo tuviera por decreto de Sánchez y sus esbirros progresistas y su fobia compulsiva hacia el hombre de la calle una película de culto no podría ser otra que Rachel, una replicante casi humana que puede llegar a sentir y enamorarse. Harrison Ford es tan humano que parece incapaz de rechazar un polvo fácil, tan desencantado que parece estar caminando por una novela más negra que el sueño eterno, vamos a reconocer que la ilación no es una de las virtudes de esta película fascinante.
El rey de los desengañados no tiene nada que perder, como los anti-héroes de Scorsese, más bien de Robert de Niro (No podemos obviar que el más profundo y amargo de ellos sea el cazador de Cimino) , no sueña, eso se lo reserva a su fiel y sentimental muñeca, apenas piensa. Tiene, como Robert Jordan, que dinamitar un puente y es lo único que le importa, aunque sepa, a ciencia cierta, que no sirve para nada. Su tiempo del amor se ha diluido.. .
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.