jueves, 22 de agosto de 2024

Plegaria



Nada ni nadie es la poesía.

(Joan Margarit) 

y destroza a pedradas
el castillo de arena y cicatrices
que a diario restauras
en alguna bahía de mi olvido.

(Katy Parra – Coma idílico). 

 

Nada ni nadie sabe dónde duerme el olvido,

ni en la voz cavernosa de Tom Waits

diciendo que sin ti

no existe la primavera,

ni en la mirada que arrancara su latido.

 

No está en la plegaria que cubrió tus ojos

con la melodía desenfrenada

de Patti Smith

cuando añora,

en medio de un sueño,

la ausencia perdida en el llanto de su madre.





 Nada ni nadie sabe dónde duerme el olvido,

ni en la última huella de Jim Morrison

en los versos procelosos

que no escribió en París,

ni en la mirada abstracta

de los fríos calcetines de Pavese,

ni en la voz niña y triste de una violeta enamorada,

ni en los besos que aún permanecen en tu boca,

nada ni nadie sabe dónde está la poesía,

adónde van las palabras que nunca se dijeron

y siguen esparcidas en el aire que abrazas,

adónde los pasos que siempre me conducen

del puerto hacia la niebla

donde brota la herida que nunca acaba,

donde habita tu rostro,

donde espera

el vestido que llevaste en la aurora,

la huella de la cruz de tu mirada,

el miércoles de ceniza que se posó en mi frente.

 

2 comentarios:

  1. Gracias, lo escribí hace un par de días y me siento inseguro. No sé lo que pensaré de él en el futuro.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.