sábado, 28 de diciembre de 2019

La nueva revolución



Luché en la vieja revolución
al lado de un fantasma y un rey.
(Leonard Cohen - La vieja Revolución)

El amor nunca llega cuando hierve mi cuerpo
y no veo tu rostro en la sección de cultura
de una revista apagada en el quiosco de la esquina,
y no puedo pedirte 
que actúes cuando te siento 
en la vitrina perseguida por la lluvia de agosto,
en la memoria errante de una rosa tatuada,
que traigas a mis pasos el jazmín perdido del recuerdo,
la nube ensoñadora que envolvía tus calles,
que liberes a los guionistas que yacen en el sótano 
de todas las represiones,
que muestres orgullosa la huella 
de lo que nunca he sido 
en el laberinto irresistible de tu piel,
que abras la revolución que aún espera al hombre 
por quién nadie pregunta en la oficina
y el corazón que no creía en la muerte de los ángeles
pero pensaba en ti cada vez que llegaba
la oscuridad del silencio a su latido,
la angustia de un viernes quebrantado en el tormento
de un profeta vencido y postergado
que no volvió nunca a caminar sobre las aguas.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.