Creo, Juan
Carlos, que tan bueno como acordarnos de nuestros cantantes es elegir las
canciones que mejor los representan. Con Cohen siempre recurres a aquellas que
sustentan el mito de su inmortalidad; sobrevivirían como poemas de gran altura
y de belleza emocionada al leerlos hacia adentro cuanto más ofrecidos en
profunda sintonía con la música.
***
Vi muy
acertada la reivindicación que Cohen hace de Hank Williams en esta canción,
también Dylan tuvo palabras laudatorias y un sincero agradecimiento para ese
desconocido entre nosotros que reinventó el country y que escribía sus propias
canciones, que verdaderamente pagó el alquiler más alto en el mundo de la
música.
Leonard
insiste en el paso del tiempo y en lo duro que es mantenerse cuando se han
perdido las ilusiones. Te dejo una traducción de la primera estrofa, el tercer
verso se me resiste, me acogí a lo que entendí y, quizás, no acertara, pero
creo que pone bien claro lo fácil que puede llegar a ser conseguir sexo y lo
complicado que es conseguir amor.
Mis amigos ya se han ido y tengo el cabello gris,
ahora sufro en los lugares donde solía jugar
y estoy loco de amor pero no lo alcanzo,
solo pago la renta cada día
en La Torre de la canción.
***
(2017)
Creo que
Leonard Cohen intentaba arrimar cada tema a la vida y al amor, triste y hermosa,
como la queja sin esperanza de una muchacha sefardí, es la historia de esa
amante que se ha ido separando de él, con su voz grave y dolorida le advierte
que la seguirá escuchando porque él, cuando ella se haya ido definitivamente,
le hablará con ternura y recuerdo desde la Torre de la Canción.
Leonard
Cohen empezó muy tarde en esto del mundo de la música, tenía unos 34 años,
cuando los monstruos asustados que, aún hoy, nos siguen nos siguen arrastrando
con sus miedos, lo habían hecho apenas superada la veintena. “Las canciones de
Leonard Cohen” es un álbum mítico que le aseguró para siempre el respeto,
quizás no la comprensión, entre críticos, músicos y poetas. Pero vivió profundas
decepciones a lo largo de su carrera.
Pienso que sus mejores creaciones, cuando ya
se veía amenazado por el tiempo y temblaba con la misma intensidad cuando miraba
el pasado y no encontraba el futuro, son una crítica poética y amarga de ese
mundo al que ya no podía ver distinto a los otros, a los que veía precipitarse
sobre las ruinas de los sueños que habían sido cubiertas con el manto de la
vulgaridad en la que iban cayendo los nuevos medios de comunicación. Los versos
más afortunados y terribles de la segunda parte, se dice que nunca fueron
buenas, de su primer resurgimiento se los reserva para los asuntos que le eran
más queridos; el dolor por el paso del tiempo, el alejamiento, sin que se
perciba apenas, de los amigos y la muerte de un gran amor, porque son los que
siempre acaban en ruptura; es difícil recuperar cada día la resurrección de los
primeros momentos. Es imposible que los seguidores del poeta olvidemos a Marianne
Ihlen.
***
Me emocionó,
también a mí se me escapaba alguna lágrima, sobre todo cuando evocaba al músico
español que le enseñó a tocar la guitarra española y cuando brillaban sus ojos
taciturnos mientras pronunciaba con morosidad y temblando el nombre de su
poeta. Estos versos que te dejo es muy posible que nunca los hubiera escrito si
no fuera por Cohen. Lo tengo a él y a Saint-Exupéry como los maestros que me
enseñaron a perder el miedo a volar al adentrarme en la alegoría. No creo que
tenga sitio en la Torre de la canción, pero nadie puede impedir que escriba lo
que veo cuando estoy mirando el mundo desde lo alto de ella.
Dejas en las arenas el rastro de un recuerdo
que vibra acompasado
en la huella del alma plena que no se pierde,
en revistas que llegan vestidas de fracaso,
ilusiones sin voz que gritan en el muro
donde esperas que vuelva mi nombre entre las piedras.
Creo que le
cogí el pulso a Cohen hace unos meses después de años intentándolo, incluso
empecé a escribir un poemario; "According to Leonard Cohen" que se
quedó en un puñadito de poemas de escaso mérito. Si quieres te busco alguno de
ellos para que veas que no miento. Fue visitar Hydra, milagros de la Red, y todo
empezó a ir mejor, fue comprender su delicadísima situación con respecto al
estado de Israel, su pasión por las mujeres que le alejó de Marianne, su
sincero rechazo del star-system, su relación con la poesía como algo necesario
para aferrarse a la vida...
(2018)
Es cierto, Juan Carlos, que no eres el único que indaga en el proceso creativo de Leonard Cohen. Pero no he encontrado a nadie que haya sabido abordarlo con tu valentía desde el pensamiento, la leyenda y el sentimiento. No sé si estuve bien la noche de la cita, el epílogo fue triste; Los Cranberries actuaron en una sala no muy grande sin recuperar la fama que dilapidaron, nunca supe qué fue de aquel concierto. Cohen, inmenso, cantando sus primeras canciones tal como las recordamos.
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