miércoles, 20 de noviembre de 2024

Corazón mío, esta noche

 Simplemente a Laura, por su amor inmenso tan ciego y desordenado que hizo que me viera en el fondo del abismo. Ella me mató con su silencio, luego me devolvió la vida con su canto.




Corazón mío, esta noche quisiera pensar
en los viejos barcos anclados en el puerto,
en la estrella de antaño que permanece azul,
en la soledad que corre por mis venas,
en aquellos errores,
¡Qué desastre, dios mío, qué caída en silencio¡

Y tú siempre esperabas
la magia de su rostro,
el ritmo de su paso.

Tú que esperabas siempre
la llegada de aquella que nunca apareció,
soñabas mientras soñabas.

No fui muy despierto y pagué por cada rosa
desvelada o exiliada, y pagué por cada sueño.
Yo no era su amante sino su payaso herido,
parecía decirme todo, y tú no lo escuchabas.

Ahora tengo que mirarme en otro espejo
para no manchar la huella de tu esperanza,
para no quebrar la corona que entonces
adornara tu frente.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Recuerdo de la Mujer Muerta


 

No volverá la savia a recorrer

la profunda estalagmita de las arterias del puerto,
oscurecerá el vestido gris que llevabas en la esquina del otoño,
el gemido taciturno de Machado ante la muerte
en la canción crucificada
de un hombre confundido que no creía en el amor
porque no supo de tus ojos ni te conocía
y sigue en la espesa niebla de las ramas que lloran en el pasado,
en la soledad de una gente
que no recuerda dónde está su memoria,
dónde la excavadora que se llevó las flores del Campillo
y la sonrisa del sol que derramaba su miel
sobre los cabellos escarpados de una mujer amortajada.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Este lamento



Este lamento
vuela por mis venas,
y no sabe arrancar otro gemido
que no sea la hiel
de tus condenas
clavado va en mi aliento
y mi latido.
Lleva a mi corazón cansado penas
de un desgarro de amor ronco,
perdido
que me habla de ti,
de las cadenas
que arrastran a la noche de tu olvido.
Este lamento no encuentra salida
si no coge tu mano
y tu cintura
camina hacia el dolor
en tu partida
y se abraza a la estrella más oscura,
si no siente tu voz llora la herida
del ruiseñor
que muere en la espesura.

No sé si el destino que me he labrado me llevará a morir en la calle a la que tanto detesto, a los pies de la basílica tardo-romana. El payaso profundo ríe ante un amor roto.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Cuando mueran los poemas

Me dejó a solas con mi triunfo y su muerte.

(José Emilio Pacheco) 



Ya escucho tu sonrisa en el mar que se aleja

y busco en otras rocas de tu arena la orilla,
vivo como un olvido flotando entre las aguas
que se alejan de ti, sin poder detenerte.
(Ya escucho aquellos versos)


Cuando mueran los poemas en mi cuaderno
y aparezcan contigo en la calle de la ausencia
no será culpa del rapsoda que llore entre los muros
sino mía
para siempre, solo mía y derramada
como un templo abandonado
en el crepúsculo
que ya no escucha la caída de los dioses,
como la mano que un día me ofreciste
cuando ya no podía
fijarla en los tabiques densos y supurantes
de una sombra profunda y corrompida
que no supo cerrarse en mi memoria;
era una hoja grave en un diario
que no querías guardar en tu equipaje de quimeras,
la palabra de un amante sepultada
por las cenizas de un jardín y un limonero,
un sueño agonizante
que alentar no quisiste con los labios,
una espera
cuando ya había pasado el último tranvía
con el corazón de Chopin en una urna túrbida
envuelta en el levante, las notas y los recuerdos,
en una queja que se movía bajo la sangre de una verja.

Allí seguía latiendo perdida y pesarosa
la huella que borraste en la luz de mi mirada
que sufría el gesto caprichoso,
las ansias peregrinas
que dejaste que anidaran en un balcón de mi costado
y nunca los arrancaste del laberinto de mi alma.

Te quise y no sé si me arrepiento
cuando te veo emerger
de nuestros espigones como si fueras otra,
como si nunca hubieras vuelto del exilio
al que tú misma te desterraste
mientras se levantaban las hojas de los sauces en tus ojos.

sábado, 9 de noviembre de 2024

El poeta del desencanto - Los sonidos del silencio

 https://foro.editorialalaire.es/viewtopic.php?t=39866

Gente que charla sin hablar,
gente que oye sin escuchar,
gente que escribe canciones
que ninguna voz compartirá,
nadie se atrevió
a perturbar el sonido del silencio.




Hay canciones que nos acompañan siempre y trascienden lo que significaron en su momento, por muy grande que fuera lo que representaron más lo es que tengamos la impresión en cada audición de su intemporalidad y, sin embargo, nos sitúan con claridad y sinceridad en el tiempo concreto en el que fueron creadas.

El nacimiento con fuerza poética del folk-rock, esa expresión musical que no desdeñaría el lirismo de unos versos y la contundencia de un nuevo sonido acabaría salpicando a Bob Dylan, los Beatles y a los Byrds, sin que pueda precisarse en qué momento y en quiénes estalló el pistoletazo de salida.

Pude escuchar hace poco a Paul Simon en Madrid, creo que esa peregrinación se la debía a quien guio mis primeros pasos y me mostró la belleza de la poesía en nuestro tiempo en el que los pueblos parecen ciudades y hasta Ceuta conserva en el Paseo de las Palmeras una pequeña Manhattan desde la que Marilyn guiña un ojo a los adolescentes que hacen robona y se enamora del Puente Cristo.Paul no pudo irse de Madrid sin volver a interpretar "Los sonidos del silencio" como, sin duda, le ocurrirá en cada concierto, en cada ciudad. Admito que fue infinitamente más importante que la cantara que cómo lo hizo; desnuda y un tanto desangelada, porque no olvidaré en la vida que estuve allí.


Él, que acabaría dando más importancia al sonido, lo dijo categóricamente a unos siete metros de distancia, no puede escapar de la significación ni la importancia de sus primeros poemas, esos que le convirtieron en el Poeta del Desencanto, a través de la disección intelectual y emotiva de Nueva York, el nuevo faro de Occidente ya que París se había desangrado en la tragedia de un continente y le entregó la antorcha porque no podía evitar que se apagara.

El joven poeta nos relataba con amargura la soledad y la decadencia de los valores de una sociedad capaz de ser solidaria en situaciones extremas, pero que olvida sus responsabilidades éticas con respecto al resto del mundo que la tiene como espejo porque ella ha querido que así sea y lo ha intentado imponer con las armas cuando no quedaban razones para sustentar su dominio en nombre de la libertad.

Solo nos dejó esa noche cinco canciones de su etapa con Art Garfunkel y algunas más de cuando empezaba a volar en solitario, aunque los muchachos de ahora ya no los escriban en los pasillos, ni crean en el poder redentor de una canción cuando todo se hunde.
Algunos nos sentimos un poco tristes, sin dejar de sonar en nuestras cabezas canciones como Kathy's song, I am a rock o La conversación en el aire; todavía quedan algunos que leen a Emily Dickinson atraídos por el misterio de su soledad y su alejamiento voluntario de los salones y reuniones literarios, pero solo Coppola escribe en el aire un par de versos de Robert Frost para recordarnos que los amigos deben hacer todo lo posible para seguir siendo de oro cuando todo se precipita al vacío.




Abandonábamos, mi mujer y yo, el recinto, mientras unas muchachas gritaban en la calle, sin perder la armonía, los sonidos del silencio y The boxer, quedaba claro que los jóvenes aventajados iban de lleno al origen del mito, aunque aplaudieran con rabia lo bueno que habían dejado etapas posteriores; Paul Simon siempre ha tenido capacidad para escribir grandes canciones, pero soy de los que piensan que sus doce primeros años en el mundo de la música son imprescindibles y eso a pesar de que su relación con Garfunkel y con los productores fue más acerba que idílica.





Escrita el 19 de febrero de 1964, fue incluida en el primer y fallido álbum, Wednesday morning 3 A. M., de Simon y Garfunkel con el nombre "El sonido del silencio", unas modificaciones que afectaron a su expresión musical y un leve retoque del título, sin la participación de Paul que se encontraba en Inglaterra adonde había vuelto para rumiar el fracaso de un álbum no exento de calidad pero cuya ruptura con el folk tradicional no resultó convincente, significaron un éxito clamoroso como single y la aparición apresurada de un esplendoroso[ii] nuevo álbum que, sorprendentemente, nunca fue bien tratado por la crítica[iii] que siempre se ha ensañado con la precipitación del proyecto orientado a aprovechar el éxito de esta canción. No era cierto, muchas de las canciones provenían de un disco en solitario de Paul Simon grabado de forma artesanal en Inglaterra; El libro de las canciones.

Hay quien ha querido ver una relación directa de la letra de esta canción con el magnicidio de John Kennedy por su inquietante y profunda melancolía, porque sumía a una sociedad autocomplaciente en el terreno empantanado de la desconfianza y del miedo.

Paul Simon insiste en que quería remover un poco la conciencia de los más jóvenes, invitarles a no imitar lo que veían en sus mayores, incidía con desesperación en la decadencia sentimental y el embrutecimiento de la cultura urbana, reflejando la falta de comunicación, extrema en algunos casos como en la trágica y desolada "Un tipo muy raro". Una noticia en una esquina en el córner de un periódico contaba que un anciano solitario se había quitado la vida abriendo el gas. Los vecinos no lo echaron de menos, lo delató el olor que desprendía su cadáver.



La ciudad no es el marco donde desarrollamos nuestro anhelo de justicia e igualdad, es donde nos arrodillamos ante los símbolos más desequilibrantes del progreso, es donde se denuncia el olvido al que se condena a los poetas cuya voz no será compartida por nadie.


*** *** *** *** ***


Cada día es una cadena sin finde revistas y cigarrillos,
los mismos cines
y las mismas fábricas,
y cada cara que no reconozco
me recuerda que debería
estar yendo hacia casa.


En 1996 el mundo empezó a cambiar, Internet ya avisaba a los más adelantados, ya nos hacía pensar en lo bueno y lo malo de la aventura. Yo tenía algo de dinero y me pasaba una vez a la semana por la tienda oficial de discos de Abyla. El encargado, enseguida me di cuenta de que lo controlaba todo en la sección, y, aunque no era moro, le gustaba el regateo, y me ofreció joyas que empezaban por 30 euros como precio de salida y se acababan quedando en la mitad. Una de ellas fue "Savia, perejil, romero y tomillo de Simon y Garfunkel, el disco llegaba de Holanda y traía "Saudade de casa", una joya que habían sustraído a la versión española que yo conocía.

!Ay, David Bruce Banner,
los muertos siguen quietos y siguen su camino;
listas en los periódicos
que nunca se publican
y que serán leídas por almas que se mueven
lentas como la tarde, miran, no reflexionan,
admiran a quien triunfa, desprecian al vencido!
(F. E. León)

El tercer disco de una unión contra natura cuya mala relación se arrastra hasta nuestros días, pasa por ser el mejor estructurado y el que tiene una queja más reconocible, todas las canciones son muy buenas. Destacan La feria de Scarbourough ( versión de una popular canción pacifista), La vuelta a casa (así lo tradujeron) y Conversación en el aire que habla de una pareja vencida por el hastío, y que era la canción favorita de su autor en esos días.






Y tú lees tu Emily Dickinson
y yo mi Robert Frost,
y señalamos nuestro sitio
con la cinta del libro
para medir lo que hemos perdido.

Como un poema mal escrito
somos versos sin rima,
estrofas sin ritmo
en un compás entrecortado.

Dentro de una conversación en el aire,
de los deseos interrumpidos
de nuestro paso por la frontera.
[Conversación en el aire]

Nueva York seguía planeando en casi todas las canciones y también la incomunicación en el medio urbano, un regusto claro que lleva al poeta a la vieja Inglaterra que, tal vez, no conoció pero le inspira en las intenciones. Paul se siente un representante de la izquierda más culta, piensa que el mundo no se reduce a los Estados Unidos, tiene una visión de esa tendencia política más sosegada y reflexiva que Dylan o Phil Ochs y siempre está cerca de ellos con propuestas más reales, más encuadradas en el mundo de lo posible y supera a ambos en lirismo puro. De hecho se ve solo en las alturas en este factor. Sus canciones de amor podrían haber sido escritas, en algunos casos por Garcilaso, y como el maestro toledano puede resistir perfectamente otros quinientos años.




Dylan por esas fechas había olvidado sus himnos y sus más enérgicas reivindicaciones, buscaba y encontró otro poeta de quien poder servirse y su obra cumbre "Blonde on blonde". Phil siguió soñando, contando para ello con un puñado de incondicionales. Poco bagaje para un artista de enorme talento.



La canción que componía quedó sin terminar.
Aún no sé por qué malgasto el tiempo
escribiendo canciones en las que no creo
con palabras que se rompen y estiran para rimar.

Por eso ves que he empezado a dudar
en todo lo que alguna vez tuve por cierto.
Estoy solo, solo y sin fe,
eres tú la única verdad que tengo.
(Paul Simon - La canción de Kathy)


Dicen que Paul Simon fue el primero que presentaba las letras de sus canciones como "Poesía", y eso lo hacía el hombre que le daba una prioridad a la música. En efecto, Simon fue premiado como poeta, sin que se desviase demasiado del hecho de construir canciones, en un ramillete de alegatos en los que nos habló de la pesadilla americana, y nos dejaba entrever el sueño.


No habléis de amor,
ya conozco esta palabra,
está durmiendo en mi memoria
y no quiero despertar el sueño
de los sentimientos que han muerto.
(Soy una roca)




El boxeador

En el fondo queda un boxeador,
un luchador que va por libre
y arrastra los vestigios
de cada golpe que lo derribó o le cortó
hasta que gritó de rabia y de vergüenza;
me voy, me voy
pero el luchador sigue en pie.

Estoy en el ring, en una esquina, voy perdiendo ampliamente a los puntos, tengo los ojos tan hinchados que, casi, no puedo ver, el rostro tan castigado que no siente, pero lo tiro todo en busca de un golpe definitivo. Si no llega quiero al menos acabar el combate. Ese podría ser el tema sobre el que gira The boxer, pero no, una de las canciones más complejas que se conocen; es casi imposible reproducirla fielmente en directo y necesitó más de noventa tomas, y una encrucijada de mezclas para darla por terminada.

Con Puentes sobre aguas turbulentas Paul Simon y su enemigo íntimo Art Garfunkel daban por finalizada su tortuosa relación con un disco que aún se cuenta entre los más vendidos de la historia, heterogéneo y con canciones comerciales que funcionaron muy bien como singles, pienso que dista mucho de ser el mejor trabajo del dúo neoyorquino, pero tiene obras maestras entre las que destaca, precisamente, esta canción. Quizás la letra no tenga el lirismo de Paul Simon en otros momentos, pero entra de lleno en sus mensajes descarnados, y la música es maravillosa, el li lie li contagioso, el tono con el que cantan de un pesimismo que nos lleva al respeto, cuando no a la piedad. Su mensaje es claro y devastador; la Gran manzana ya no quiere a nadie y un pobre muchacho malgasta las ilusiones que tenía cuando llegó allí, sin trabajo y sin dirección, solo los vagabundos le dan un poco de calor pero tienen que pensar en ellos mismos y las prostitutas le hacen un guiño pero tiene que pasar por caja. Solo encuentra cobijo en la estación del tren, el invierno está donde se olvidan los sentimientos y no debe ser muy agradable estar allí cuando llega; Me voy, me voy, pero el luchador sigue en pie.

Sin duda alguna, a alguien a quien quisiéramos le suplicaríamos que arrojara la toalla.

viernes, 8 de noviembre de 2024

Amy murió ayer y hoy es olvido

 I died a hundred times,

You go back to her 

And I go back to black.

(Amy Winehouse)


En un límpido embate de vodka destilado
me sumerjo en la tarde que muere en la bahía,
sufro porque no puedo anhelar unos ojos
y no tiembla mi cuerpo como una estrella errante.

Se me ha ido el amor, y ya no sé llamarlo
¿en qué calle estará
el ansia desmedida de besos de tus noches?
¿a qué puerta sin llave caminará tu olvido,
tu larga ausencia herida por no seguir tu paso,
tu ineludible imagen de muñeca asustada?

Roto por el silencio tu colchón de verdades
alienta los reflejos de un pasaje rendido
al mundo de los otros que no sabe acunarte
ni escuchar la palabra que presagia tu muerte
en la orilla sangrante del laurel del vencido
que agoniza en el miedo a la vida que pasa.

Tu canción de cristal en los escaparates
busca una nueva luz que abrace lo perdido,
tu palabra en la alcoba de la sentencia mustia
vuelve a la pesadumbre de los días sin huella
y a las flores que gritan en el rimmel corrido.

Se me ha perdido el arte y no encuentro la senda
para volver atrás, atrás cuando pensaba
que había sentido en ti una verdad profunda,
profunda y transparente que ignoraban los otros,
que latía en tus élitros proclives al abismo,
que rompía el contorno y mi pecho anhelaba.

Que era suficiente pensar en tu destello
para cruzar los puentes rotos y desolados
que cada día hablaban del mundo y los azares,
del mar de la derrota que batía en mi rostro,
de la leyenda herida, del amor que dejaste
atravesando calles y no encuentra el recuerdo
de la ninfa frustrada en un sueño que duele,
de la voz que gemía
en un soul encubierto, marchito, amortajado.


Gracias, R., ya sé que en el poema hay una condensación de todo lo que dices. Quizás no quise romper el tono romántico del poema y ello hizo que el mensaje principal no llegara de una forma más clara; Amy participaba de la misma soledad y el desapego de sí misma que hemos visto, a plena luz del día, en algunas estrellas.


15-12-2012

Creo, R., que tu comentario merecía que me centrara un poco más en lo que me decías y no tanto en lo que yo te quería decir, he vuelto a leerlo y observo muy interesantes dos apreciaciones; la del contexto urbano que se apoya en referencias no demasiado claras, pero que se sugiere y se ofrece, y, sobre todo, tratándose de la persona a la que se intenta rendir homenaje, esa tan hermosa y tan apropiada con la que concluyes, en efecto; " Un corazón abandonado a su suerte", la define con lirismo y con certeza.

20-03-2013


R..., por tus análisis, siempre interesantes y casi siempre acertados, me he dado cuenta de la importancia que la poesía tiene para ti, eso alegra de una manera muy singular, podríamos decir que muy íntima, no estamos solos en esta sociedad que ve la poesía como un refugio de los débiles. Amy Whinehouse está detrás del poema, no era mi amiga, no la vi en mi vida, pero me afectó mucho esa manera estúpida que tuvo de dejarnos cuando sus mejores canciones estaban por llegar.

16-5-2013


Desde luego, Macedonio, que acercarnos a la figura de Amy Winehouse resulta complicado, la conocía como personaje público hasta que, por casualidad, escuché una de sus mejores canciones y empecé a valorarla al margen de ese revuelo de escándalos que creaba y que alimentaba a la prensa sensacionalista y, tantas veces, malintencionada . Es posible que lleves razón en lo que dices, quizás llevaba la marca de artistas de otros tiempos que tuvieron comportamientos parecidos sin haber conocido el éxito y el acoso mediático y que no acabaron mejor que ella. Me resulta muy difícil siquiera imaginar cómo era realmente, cómo conversaba o como podía valorar algo como la amistad o el amor, pero casi todo parece indicarnos que no la ayudaron mucho, precisamente, en su desconcierto vital.

18-5-2013


Antonio, cualquier oportunidad de comunicarme contigo la considero un privilegio, así como el hecho de que me llames amigo. Sé qué tienes mucho que decirnos y que así lo harás cuando lo creas oportuno, o que lo estarás haciendo donde, quizás, no sepamos, las pocas muestras que nos estás ofreciendo nos muestran la medida de tu calidad humana y de poeta.


Este poema, un poquillo obsesionado como estoy con el proceso creativo, me muestra, quizás, cual es mi único camino en esto de escribir versos, si es que lo tengo. Después de tantas vueltas resulta que lo mío es intuitivo, así te lo diría por la manera en que surgió el verso que destacas. No es una casualidad que me quedara prendado con "Poeta en Nueva York" y "Residencia en la tierra", aun sabiendo que ellos, ni más ni menos que Federico y Pablo, sopesaban cada verso y que, por esas paradojas que percibimos en los grandes, en cada absurdo o cada palabra que parecían dictados por la inmediatez o el azar, encontraban su sentido, su lugar exacto en el poema. Ellos además, cuando lo creían necesario, eran laboriosos, y he aquí que, a una edad donde uno se permite cada vez menos engañarse a sí mismo, me doy cuenta de que no lo he sido y que lo más probable es que no lo sea nunca, y en esto, salvando las distancias, y no te lo digo por obligada humildad, parece que estoy en la calle de la desafortunada Amy Winehouse, como he dicho en algunos versos; "intentar hacer rumbo en la zozobra", "dejar que la desesperación o el desconcierto hablen por mí" he aprendido a hablar sin saber lo que digo”.

17-7-2014


Gracias, Era, la atmósfera es importante a la hora de abordar ciertas historias, se trata de acompañar, sobre todo cuando hablamos de personas conocidas, de facetas que ayuden a identificarlas, o reivindicar otras que la leyenda ignora. Difícil, lo he intentado con Marilyn y sigue siendo una rubia despampanante poco menos que estúpida. Detrás de ciertos comportamientos solo podemos encontrar una vida difícil y mucho sufrimiento. Hasta hace poco intuía que las personas inteligentes tendían a la felicidad, aunque en muchos casos es cierto, en otras, este es un caso más, produce inadaptación, descontento y desapego a la vida; Amy sigue muriendo en el recuerdo.
Última edición por F. Enrique el Dom, 21 Abr 2024 19:53, editado 1 vez en total.
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Tu comentario es alucinante, Roxane, se diría que entraste en su mente y en su fragilidad, quizás pensaba que la gente corriente es indefectiblemente buena. No encontró un lugar seguro entre lo que era y lo que quería ser; un ejemplo para nadie. Escuchemos sus canciones, tan confesionales ellas y no el espectáculo tan lamentable que sus excesos tejieron; era una niña prodigio indefensa ante la mezquindad cotidiana.
Yo soy aquel pez alejado del mar, amargo mi dolor sin ninguna ola. Te miro y desafío detrás del cristal, como mi corazón te sientes sola, lejos de esa gente que no te deja escapar; refúgiate conmigo en una caracola 1977.
El maldito concierto de Belgrado se fijó en mi memoria; estaba tan borracha y asustada que no pudo hacer nada para salvar los muebles, no se sostenía en pie, su imagen presagiaba un final, la mirada perdida en la indefensión, en la oscuridad tétrica de la muerte que la acosaba.
Hace ya muchos años que escribí este poema, poco antes o después de la muerte de Amy. Considero, con la poca humildad que me han ido dejando, que lo mejor de él son las primeras estrofas, esas que te entrega la intuición, no, por otra parte, la inteligencia de la que carezco. Hoy lo hubiera abordado de otra forma, hubiera sido menos efectista, es fácil indagar en el escándalo de una artista tan bien definida. No lo tengo entre mis mejores poemas, pero vive plenamente en el instante en que fue escrito. Así que ya no lo modifico más, sé que las últimas estrofas son mejorables, habría que quitar algo pero... ¿el qué? No soy Saint-Exupéry, no tengo a Consuelo, ni Juan Rulfo empeñado en decir más con menos palabras.

Hoy tengo ganas de comunicarme, de expresar mi desasosiego por el destino trágico de una ninfa que supo crear un mundo propio que ni siquiera era suyo. La playa está desierta y el sol luce con timidez. Me llega el recuerdo de su mirada en el escenario, quizás esperando un milagro que no sabía descifrar, quizás sorprendida porque la situara en una bahía en la que nunca estuvo y a la que hubiera amado por su belleza y sus tragedias. La vida le dio la espalda y no supo navegar por los alrededores de la Piedra del Pineo, sus amoríos fueron un desastre, amó a quien no se lo merecía, de ahí su queja constante, un corazón perdido entre las aguas.

Un abrazo, es un privilegio tenerte entre nosotros.
Última edición por F. Enrique el Mar, 04 Jun 2024 12:15, editado 1 vez en total.
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Una habitación sin alma



 Hay quien puede creer que tu sonrisa es triste,

que envidias la soledad sin sueño

de los pájaros que mueren
porque no tienen pulso que les lleve a gritar,
porque sus alas no vibran de desesperación
ni tienen que enfrentarse
al castigo de las horas envueltas en tañidos sin campana,
en llamadas sin respuesta.

No volverá tu padre para sentarte en sus rodillas
y decirte que eres preciosa y tierna,
que no te dejará nunca,
te sentirás fuera de órbita en el planeta de tu madre
que ante el espejo destroza el carmín contra sus labios,
las flores contra el olvido
donde navega la última frase de amor que no recuerda,
y llorarás, como se llora en el silencio de una habitación sin alma,
como llora una niña cuando el mar le inunda los ojos
y una pajarita de papel con un poema plegado
le atraviesa el pecho encogido
mientras espera que la aurora llegue para llevarse el miedo.

sábado, 5 de octubre de 2024

A la muerte de Enrique Morente


Inspirado por la huida de los grandes poetas
en las hojas de un canto mi corazón gemía.
Son las calles, los sueños tan oscuros sin ti
que por no derramarme en la nada me inspiro.


Tu pecho se desmiembra como un charco de sombras
cuando pienso en tus ojos sin luz en la almohada,
transeúntes de esquinas vomitan el diciembre
donde caen palomas en torres de cemento
y el pozo del quejío abierto en el quebranto
alumbra los acordes de un cíclope en su vientre.

Entonces tu palabra se alimenta de espiga,
de tintas que la muerte arrastra a los altares
donde los sacerdotes sacrifican a Cristo
y tu voz se estremece con un grito de escarcha
porque no luce estrella para guiar tu herida,
porque no queda tierra que tus venas no escuchen
y ya no brota sangre en tu rostro de hielo,
ni una frase de amor esbozada en tu frente.

¡Duerme, ay Enrique, duerme, no digas nada, sueña!

Tu corazón gitano, ahora que te has ido
y no vuelve la aurora,
sigue herido de vida, inspirado de muerte.

Mi voz

  




Mi voz

  

¡Pobre corazón mío, ya caminar no puedes,
quién pudiera pasar de números y seres!


(Baudelaire)

 

 

Llegó una noche triste con el vinagre amargo
empapando la frente y la mirada
dolorida y sangrante
de la brisa perdida que yo amaba,
no supo terminar su recorrido,
transformarse en el gallo del canto que moría
ronco cada mañana,
y allí tendida como flor marchita
que busca su pasado vertido en la almohada
como un jarrón desierto

mi voz se desgajaba,

mi voz que no tenía normas ni diccionario,
mi voz atormentada,
mi luz de ave sin norte temblando en las paredes
donde el romero ardía, donde la sombra hablaba.

¿Dónde está aquel muchacho que creía en la vida?
¿Dónde el viento del sur que mecía su playa?
¿Dónde mi voz de luna que rimaba los puertos?
¿Dónde la primavera vestida de alborada?

Mi culpa atravesada por un quejido antiguo,
mi corazón perdido en una voz que pasa
y no encuentra el camino de la pasión ardiente
que lleva hasta tus ramas,
la llave del silencio abierta a mi lamento,
mi apetencia de vida muriendo en la distancia.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

A una ama de casa

 No sonríes cuando piensas en el cuerpo hermoso

dibujado más lejos cada día,
confundido por la belleza que surge de la sinceridad herida
de una gacela que sufre
por el esfuerzo, el dolor, y por la entrega.

Difuminadas las ansias de amor bajo los árboles
y el perfume de colonia
de la tarde de verano que selló tu despedida
del viento, las cometas, de los cables, del sueño.

Vuelve aquel miedo al vacío
que sentías tras su marcha,
aquel deseo de subir a la azotea,
de mirar los pájaros y el suelo al mismo tiempo
con el impulso irracional
de intentar alzar el vuelo
o estrellarte.

Estás sintiendo su presencia en el silencio de la siesta,
los pasos de los niños que regresan de la playa,
la huida de la poesía hacia una imagen de Ford,
las voces de los muertos, y estás
amando sin saber si pueden tomar tu corazón
para mostrar la oscilación de sus latidos,
un suspiro
embargado en el mundo que se te fue alejando
envía sus destellos como una estrella sin vida,
con aquellos sabores y aquellas plantas
que lloran en el exilio
de tu memoria enamorada de un artista adolescente,
con aquella gente que murió y no lo sabe,
con aquellos cines que cerraron, y se quedaron con tus besos
y esta sensación tan cierta
de que tienes que luchar forzadamente
para esbozar la sonrisa que antes te brotaba sin pensarlo,
y no sabes que serás siempre hermosa,
una muchacha deliciosa de cincuenta años
porque tu alma siempre estuvo
por encima de la cabeza.

Tu ne souris pas quand tu penses au beau corps
tiré plus loin chaque jour,
confus par la beauté qui naît d'une sincérité blessée
d'une gazelle souffrante
pour l'effort, la douleur et le dévouement.

Diffusé le désir d'amour sous les arbres
et le parfum de Cologne
de l'après-midi d'été qui a scellé tes adieux
du vent, des cerfs-volants, des câbles, du rêve.