Para Nico en All Tomorrow’s Parties
Yo sé que la tristeza inundaba tu acento,
que sentías la emoción del artista que sufre
y cantabas
persiguiendo la cruz
de tus venas, tu sangre
en una oda triste con música pausada.
No pude transmitirte mi ansia de pasión,
de amor triste como yo, humilde como un sauce.
En aquellos días, en aquella colina,
aprendí a perder con las cartas marcadas
con el mar en el fondo moviendo nuestro verso
y el rumor de la tarde enredando el paisaje
en donde te adentrabas.
Y te fuiste sin decir adiós,
mujer de los misterios
de los bosques oscuros;
no pudiste beber mi primera locura,
apartaste la dulzura que derramé en tu pelo,
el sueño de amor sincero
que volviste a evocarme.
(En la colina que domina el Atlántico – Poema de la duda 06/05/2011) .
Se fue sin decir adiós, seguramente ni sabía qué estaba ocurriendo, sólo salió con su bicicleta, como todos los días.
ResponderEliminarNo sólo en All Tomorrow's Parties, pero ahí sobre todo, es cierto que se aprecia en su voz una mezcla entre la profundidad del oráculo y un poso de tristeza que pertenece, para mi, a la impotencia.
Creo que el poema que dedicas a Nico ha sabido captar ese mismo lenguaje, universal, inequívoco, que es el de las emociones pensadas, reposadas. Y por lo tanto, obligatoriamente melancólicas.
Un gustazo, poeta.
No era consciente de estar escribiéndole a ella. Escribía a un tiempo que me produjo sensaciones contradictorias, amargas en lo personal, vivas aunque erráticas en lo creativo. Es cierto que el primer disco de Velvet y la falta de aceptación por parte del alma de la banda estaba allí. Yo no sabía por entonces que Nico había muerto a consecuencia de un accidente casi infantil de bicicleta. No podemos obviar el enigma que añadió en los tiempos en que el rock se hacía adulto sin vuelta posible. Nadie como ella para recordarnoslo.
ResponderEliminarQué hermoso sentimiento ”el sueño de amor sincero que volviste a evocarme”. Esos amores no se olvidan nunca.
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