domingo, 28 de mayo de 2017

El recuerdo de la muerte



Ahora me das miedo de verdad,
porque estás de verdad cerca, incluida
en mi estado de rabia, de oscura
hambre, de ansia casi de creatura nueva.


(Pier Paolo Pasolini – Fragmento de la muerte)
(Traducción – Delfina Muschietti)


Te marchaste una tarde, 
como tantas otras veces
sentí la frustración de quien no hace nada
por detener la aurora y el pensamiento firme
de un llanto en la ventana del recuerdo
más querido y hermoso, más entrañable y cálido
con la fragilidad apasionada
de quien no puede vencer a las garras del destino
que arañan los espejos y rompen la esperanza.

Han pasado las lunas y aún te estoy esperando, 
tanto tiempo contigo y no sé cómo llamarte
en esta soledad de hielo desangrado que te busca
en los caminos del mar, en la Piedra del Pineo
con su rumor de barca sin nombre a la deriva.

En el corazón de sombras que regresa a la calle
desconsolada por tu ausencia,
cegada por tu destello, 
en los arbustos del jardín cubierto de cenizas 
y azucenas
he querido abrazarte, ofrecerte las ruinas
del muchacho perdido que acarició tu huella
y la memoria intacta de los altos edificios
que levantaron el vuelo de un amor 
con las alas partidas por el silencio y la noche
que vuelve del olvido y se arrincona en el misterio,
añora el hambre oscura del sueño de la vida
y destierra la luz de los ojos de la muerte.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.