Podría decirte que ya no
florecen rosas en mi huerto,
que me derrumbo ante una palabra tierna
como si la escuchara por primera vez,
que no podré mostrarte mi corazón por mucho que lo encuentre]
en el rincón sin alma que llenaba tu sonrisa,
que soy uno más entre los poetas tristes
y he llorado
por no buscar palabras en la música de ayer.
Podría decirte que mi inspiración murió la última noche
mientras movía el recuerdo que le dejó la huella de tu signo,
aquí en la esquina donde clamaba el profeta
que florecía en el desierto de los adoquines de papel.
Podría decirte que te quiero como si fueras
el monumento sin rumbo que edificó mi vida,
la golondrina errática sin esquemas
en el vuelo y en las alas
que se enamoró del invierno más largo, torpe e inextinguible
que susurraba una canción al oído de los amantes sin sueños.
Podría decirte que te llevo en mi oscuridad y en mi sangre,
que eres el puñal que abre todas mis heridas,
que aprendí a esperarte en los trenes sin destino
en la estación que borda las letras de tu nombre,
a reclamar tu piel en la última hora de mi tacto,
a quererte en la maraña inmarchitable
que me derrumbo ante una palabra tierna
como si la escuchara por primera vez,
que no podré mostrarte mi corazón por mucho que lo encuentre]
en el rincón sin alma que llenaba tu sonrisa,
que soy uno más entre los poetas tristes
y he llorado
por no buscar palabras en la música de ayer.
Podría decirte que mi inspiración murió la última noche
mientras movía el recuerdo que le dejó la huella de tu signo,
aquí en la esquina donde clamaba el profeta
que florecía en el desierto de los adoquines de papel.
Podría decirte que te quiero como si fueras
el monumento sin rumbo que edificó mi vida,
la golondrina errática sin esquemas
en el vuelo y en las alas
que se enamoró del invierno más largo, torpe e inextinguible
que susurraba una canción al oído de los amantes sin sueños.
Podría decirte que te llevo en mi oscuridad y en mi sangre,
que eres el puñal que abre todas mis heridas,
que aprendí a esperarte en los trenes sin destino
en la estación que borda las letras de tu nombre,
a reclamar tu piel en la última hora de mi tacto,
a quererte en la maraña inmarchitable
que teje tu
recuerdo en la espesura de mi alma.
En tu línea habitual nos vuelves a dejar unos versos luminosos a pesar de la tristeza del fondo .Soy de la opinión de que la tristeza embellece más la poesía que la alegría sin fundamento,tal vez porque el sufrimiento deja más blanda el alma,mucho más sensible que el alocado gozo.
ResponderEliminarMe es familiar el poema,como si lo hubiera leído ya,aunque no me hagas mucho caso,cuando se lee mucho de un autor es normal encontrar similitudes entre sus poemas,supongo que nos pasa a todos.
No soy muy partidario de la poesía recitada aunque reconozco que hay veces en que el poema gana unas décimas con él.En este caso,sin desmerecer para nada la voz de Alberto Madariaga,creo sinceramente que al poema le aporta poco o nada.es solo mi opinión,puede que a otros lectores le guste.
El poema es un "in crescendo" en el tono apasionado de ese decir sin decir que lo hace más atractivo si cabe.Partiendo de ese magnífico aunque relativamente suave primer verso ("Podría decirte que ya no florecen rosas en mi huerto"),avanzas subiendo el tono y ahondando en el sentido que para el poeta tiene la pérdida de ese amor que termina siendo un grito al vacío con versos como estos:
" Podría decirte que te quiero como si fueras
el monumento sin rumbo que edificó mi vida,..."
" Podría decirte que te llevo en mi oscuridad y en mi sangre,
que eres el puñal que abre todas mis heridas, ..."
En resumen,para no extenderme más,que tu poesía,recitada o no,es para leerla más de una vez y nunca con prisas,siempre con un tiempo generoso por delante, el que requiere toda contemplación de cualquier obra de arte.
Posiblemente mañana o tal vez pasado mañana publique los versos de que hablé partiendo de unos versos tuyos.Cuando esté publicado te traigo el enlace por si puedes pasarte a dejarme tu opinión,me interesa mucho saber si he colaborado a ensalzar tu poesía o la he destrozado directamente...:)
Un fuerte abrazo Enrique.
No sabes, Joaquín, la de vueltas que le he dado a este comentario tuyo, compensa que alguien como tú le haya puesto tanto cariño y dedicación a algo que uno ha escrito. El caso es que al colgar el poema en Youtube me di cuenta lo recurrente que es el principio con el que articulo el poema, supongo que sentí lo mismo que aquella muchacha que comprueba en un baile que otras llevan el mismo vestido. Pero por encima de todo te digo que te agradezco profundamente la deferencia que has tenido, ni un autor consagrado hubiera tenido mejor trato.
EliminarDe lo que me dices de la poesía recitada te entiendo perfectamente, te imagino degustando la poesía en silencio, dándole una entonación determinada, encontrándole las pausas precisas. Probablemente me hubiera decantado como tú por la poesía leída si no fuera porque una tarde me encontré con José María Rodero recitando "Piedra negra sobre una piedra blanca" de César Vallejo, entonces comprendí muy bien lo que decía Jorge Cafrune, aparentemente para justificar su falta de creación propia, "hay muchos poetas pero muy pocos cantores". Es muy posible, Joaquín, que ahí radique tu inclinación, personas que lean aceptablemente la poesía hay muchas, que la reciten, la vivan y la realcen, pocas. Debes comprender mi agradecimiento hacia Alberto, pero créeme, aparte de un poeta excelente y un buen amigo, lleva camino de convertirse en un cantor, no dejaré de animarle para que siga con sus grabaciones.
Gracias, Joaquín, no sabes como me alegra que no te olvides de mí a pesar de tus múltiples compromisos.
Ese condicional intensifica el acento triste y melancólico del poema.Palabras, anhelos encerrados que podrían decirse y no se dicen y solo se descubren en la voz del poeta cuando escribe.
ResponderEliminarHe preferido leer el poema en lugar de escucharlo. Pero ahora voy a ver cómo me suena la voz de Madariaga, aunque lo que me gustaría es oírte la tuya.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho, Fanny, que te hayas acercado de esa manera tan positiva a esta colaboración entre dos buenos amigos, la colgué en Facebook y quedó casi inédita. Creo que es un camino que se debe explorar, al que debe llegar la poesía, no sabes lo que daría por ser bueno recitando, por poder transmitir lo que se me pasa por dentro.
EliminarGracias, Fanny, no puedes imaginar lo que me alegro de haberte encontrado.