No te envié ningún archivo
atravesado por un sueño.
*** *** ***
He llegado al silencio oscuro de tu rostro
para desenterrarlo
de las simas profundas de los bosques perdidos
que guardan tu fulgor en un sudario,
en una despedida cenicienta
que rompió mis entrañas en el viento de marzo,
para poder abrir el camino sin huellas
que amabas en los mares azules y lejanos,
para recuperar el requiebro de amor
que no escuchaste nunca y yacía en mis brazos
cuando en tu amarga ausencia te llamaba,
en los labios la luz, la sombra en el costado.
La fiebre turbulenta de mi sangre
inunda tus mejillas y grita en el armario
de tu ropa tortuosa de los viernes
que recoge los aires dolidos del pasado
y sufre en los balcones la amargura,
el nerviosismo ansioso de tus manos,
la inmensa soledad de un verso ante la muerte
que vaga en mi recuerdo y se borra en tu diario.
atravesado por un sueño.
*** *** ***
He llegado al silencio oscuro de tu rostro
para desenterrarlo
de las simas profundas de los bosques perdidos
que guardan tu fulgor en un sudario,
en una despedida cenicienta
que rompió mis entrañas en el viento de marzo,
para poder abrir el camino sin huellas
que amabas en los mares azules y lejanos,
para recuperar el requiebro de amor
que no escuchaste nunca y yacía en mis brazos
cuando en tu amarga ausencia te llamaba,
en los labios la luz, la sombra en el costado.
La fiebre turbulenta de mi sangre
inunda tus mejillas y grita en el armario
de tu ropa tortuosa de los viernes
que recoge los aires dolidos del pasado
y sufre en los balcones la amargura,
el nerviosismo ansioso de tus manos,
la inmensa soledad de un verso ante la muerte
que vaga en mi recuerdo y se borra en tu diario.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.