viernes, 1 de marzo de 2019

Me iré . 1 de marzo


Me iré adonde habite el rumor de tu tristeza,
cuando el verano alarga su latido
adonde mi boca llegue con un pregón que se levante
en los tranvías que pasan vacíos hacia la noche
hacia las conciencias quietas que nunca piden nada,
hacia el coloso y la muerte que muestran su desgarro
en la oscuridad de sus cristales
con una fragancia antigua que desprende los harapos
de los edificios en el asfalto hundidos.

 Me iré adonde vaya la huella de tu rostro,
adonde juegue el aire con tu recuerdo ausente,
adonde los tableros oscuros del teatro
respiran la función que nunca acaba,
adonde los latidos inundados por las flores del destierro
porque ya no tengo camisa, paloma ni azucena
que puedan llevar al hombro
la imagen de tu sonrisa fresca tendiendo hilos de plata

Porque sé que perdí la paz y no encontraré
la palabra precisa para vestir mi queja,
que cerrarás mis labios cuando grite el horizonte
y el arroyo de los niños encuentre su cauce y su puente,
cuando el poniente acaricie el rostro luminoso
de los enamorados que vagan por la playan las arenas ardientes,
su sombra fresca en el alma del pozo
donde juegan los pájaros con las cañas y el olvido

y lloran entre la brisa las ramas de un poeta.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.