Como
un poema mal escrito
somos
versos sin rima,
estrofas
sin ritmo
en
un compás entrecortado.
(Paul
Simon – Conversación en el aire – Traductor desconocido)
Quizás
no se abra paso el paseo nocturno
en nuestra vieja calle cubierta de geranios
ni entre los farallones de la playa de Azuara
en nuestra vieja calle cubierta de geranios
ni entre los farallones de la playa de Azuara
y
los montes sombríos de tu primer misterio
que me hablan y me acusan
que me hablan y me acusan
de
haber dejado
que
tus cartas buscaran el Leteo
y, lentas, se perdieran
y, lentas, se perdieran
entre
los autobuses de una cita nostálgica
sin
huella en el camino,
y
sin embargo
deseé
hasta la muerte las palabras
que
llevaran mi nombre y nunca me escribiste.
Las
busqué en el recuerdo de la aurora,
en el invierno gris del templo oscuro
cuando hilan las lóbregas pavanas
el manto de las nubes,
en el invierno gris del templo oscuro
cuando hilan las lóbregas pavanas
el manto de las nubes,
asalté
los peldaños de los tragos amargos,
pregunté
por las sendas, me hice amigo del aire
intentando
escuchar en sus entrañas
lo que nunca pasó, lo que no me dijiste.
lo que nunca pasó, lo que no me dijiste.
Ahora
de tu voz busco las sombras,
la
calma del vencido que arroja la toalla
en
el viento del Este que azota las quimeras
de nuestro amor dormido,
de nuestro amor dormido,
en
la cometa azul que se enredó en tu blusa,
en
las manos de marzo
que
movían tu pelo en las tardes dichosas
de
un Cádiz que lloraba en el barrio La Viña
la
alegría de Carlos viva en La Habana Vieja.
Y
no sentí tu aliento de novia apasionada
que
portara la herida de un pétalo en la frente,
ni
impedí, por mi orgullo,
que
acabara en la orilla la palabra precisa
que nervioso esperaba,
que nervioso esperaba,
quedó
entre tu boca y mis caricias
como
un papel mojado que no encontró tu aliento,
como
la barca hundida en la arena olvidada
o
el viejo pescador que abraza la derrota
de
los vientos perdidos
y no vuelve a la mar.
y no vuelve a la mar.
Ahh qué belleza, esas palabras esperadas que nunca llegan, tarde o temprano el corazón se da por vencido, es triste y natural, un enorme placer pasar por tu blog, prometo volver pronto, besos.
ResponderEliminarEs una sorpresa muy agradable, Ale, verte aquí en mi rincón, conozco poco de ti y, sin embargo, no me cabe duda de que tienes el alma de poeta.
ResponderEliminarUn abrazo.