Silencio,
ni azucena
de
un dios que me consuele,
vivo
para el recuerdo de lo que no he tenido;
he
visitado cárceles,
hospitales,
cuarteles,
he
hablado con los locos, calmado a los perdidos,
pasado
por los barrios donde habita la muerte
y
entregado mi risa
al
corazón vencido.
Y
tú, que me dejaste el ritmo en la zozobra
y
el alma desbocada,
con
las dudas me abrigas,
amarras
el silencio y el dolor aprisionas
para
representarlos como una alondra herida
que
canta cuando muere y en el llanto se ahoga.
Y
tú que me arrancaste la luz de las farolas
me
dejas con las sombras turbias de la Avenida.
Aterricé en este poema por el título que me encantó África y mira que joya me he encontrado. Lamento Francisco no poder comentarte a fondo los poemas porque no sé hacerlo, no soy entendida, solo decirte que me llega su calidad expresiva y sensitiva.
ResponderEliminarMe ha venido enseguida a la memoria Antonio Machado y otros poetas modernistas. Tú no te quedas a la zaga y te aseguro que no es un halago gratuito.
Enhorabuena Francisco.
Gracias, Tara, creo que lo importante es decir algo, yo, por lo menos, acojo con ilusión todo tipo de comentarios. El factor humano es lo que importa, experimentar que has arrojado una botella al mar y alguien la ha recogido y te deja constancia de ello.
EliminarMe siento muy halagado con lo que me dices. Has roto casi dos años de silencio.
Un abrazo.
Entre esa sombra, nace un poema que enamora...Bellísimo poema donde se reclama una contestación que quedó en el aire.
ResponderEliminarUn placer Francisco
Pienso que, con los tiempos que corren, quizás sea una equivocación, pero siempre intento, por muy social o temática aparentemente alejada que se traten, que aparezca el amor. Creo que el único motivo es porque así lo siento.
ResponderEliminarMuchas gracias, Soledad, un abrazo.
El amor es la fuente de casi todos los poemas, no importa el amor que sea, siempre permanecerá.
ResponderEliminarFrancisco sabes plasmarlo muy bien, eres un torrente de poesía de letras. Es difícil morir y volver a nacer en uno mismo, como lo haces
Me situaría a tu lado a la hora de hablar de poesía, Soledad, pienso que la temática amorosa sigue siendo la más emblemática,la más genuina, la más recurrente. Se hable de lo que se hable siempre puede aparecer el amor para convertirlo todo en más humano, creo que debemos sentirnos satisfechos cuando logramos insertar el amor romántico en la más cruda realidad que nos rodee.
EliminarSiempre gracias a ti. Un abrazo
ResponderEliminarSoy yo quien debe darte las gracias a ti.
EliminarUn abrazo.
Me gusta mucho la primera parte del poema con el silencio evocando todas esas imágenes "he hablado con los locos, calmado a los perdidos" "entregado mi risa al corazón rendido"
ResponderEliminarCreo que llevas razón; Juan Carlos, lo que singulariza el poema es esa primera parte con un marcado carácter social, hablaba de un barrio marginado y herido donde chocaron los trenes del Este y el Oeste.
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