Dios está llorando sobre las calles de Abyla,
esas que se han llenado de noche esta mañana,
no aquellas encendidas por el calor de tus besos,
ni aquellas invocadas en la última alegría
de aquélla que recuerdo.
Recordar otros días
que anduve los caminos
formados en el agua,
los geranios abiertos
y la música errante.
Desenterrar la higuera
del muro dolorido
para sentir los barcos
que se van para siempre.
Tu mirada y la mía
navegando en la aurora,
velas que se despliegan
en el azul lejano
para sentir los barcos
que se van para siempre.
Preciosos heptasílabos con una dulce languidez que me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, Elda, me encuentro con este comentario tuyo en el que me demuestras que también sabes hablar de métrica y medidas, a pesar de lo que dices a veces. Te agradezco, Elda, tu fidelidad hacia lo que yo escribo y el que tus palabras siempre sean alentadoras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Recordar es como desenterrar lo vivo de lo muerto, hay que tener cuidado con lo que llevamos a la tumba.
ResponderEliminarPoesía en lágrimas y nieblas. La imagen del barco es muy evocadora.
Abrazos.
A veces, Susi, debemos aferrarnos a lo que nos queda de algo pasado, aun cuando sabemos que no volverá jamás. En cierta forma sentimos que hay cosas que seguirán existiendo mientras haya alguien que las recuerde.
ResponderEliminarUn saludo, Susi, y gracias por tu interés en todo lo que escribo.
La lluvia inicial nos va introduciendo en la nostalgia para luego recibir las bellas imágenes de los recuerdos y las despedidas, Unos versos que abren el corazón para, a través de una mirada serena, despedir a esos barcos que se van para siempre. Enrique, es un verdadero placer acercarse a este rincón tuyo y pasar un rato tan agradable leyéndote. Me encanta tu estilo, apreciado amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Toño
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHermoso blog...hermosos poemas!!
ResponderEliminarTe sigo..
Saludos caribeños
Gracias,Toño, por el análisis tan atento que haces,la introducción y el poema están escritos con unos años de diferencia, pero el motivo es el mismo, por eso creo que se les puede hacer un análisis conjunto, aunque el primero se desarrolle bajo la lluvia y el segundo en un día azul junto al mar. Me encanta que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, India Rebelde, muy amable de tu parte que hayas vuelto a pasarte por mi blog y me hayas dejado estas palabras tan rotundas y alentadoras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso poema F.E. León, y bonitas imágenes, me ha gustado mucho. Un abrazo
ResponderEliminarInés
Encantador poema lleno de nostalgia que delata tu buen saber hacer. Una delicia dejarte constancia de mi paso en tu espacio y mis más sinceras felicitaciones a tu buen versar.
ResponderEliminarGracias, Elisa, me ha sorprendido ver tu comentario y que ni siquiera te las hubiera dado. Espero que sepas perdonarme. Fue una bonita sorpresa recibir tu amable comentario, me alegró más de lo que puedas pensar.
EliminarUn saludo.
Tus palabras, Inés, me han llegado, quisiera estar lleno de ese verbo que hace poco me arrastraba para agradecértelo como mereces, pero, ya ves, sólo puedo decirte gracias y que te vaya verdaderamente muy bien por tu proceder hermoso y sincero.
ResponderEliminarMuy buenos los poemas,! Si señor¡. a leer tu blog. Saludos desde Conil ( cadiz)
ResponderEliminarGracias, Jesús, por tus palabras tan alentadoras y tan entusiastas, ya veo lo cerca que estamos, podemos percibir tantas cosas de una manera similar.
ResponderEliminarUn abrazo.