Yo no podré quejarme
por no haber buscado tus ojos
en el fondo del parque
al que iban los gitanos.
Por no haberme derramado
en lo lírico de tu rostro.
Por haber dejado
escapar las primaveras
sin un fruto.
Por no horadar tus recuerdos,
por no escribirte canciones.
Porque entonces vendrías,
quizás de entre los muertos,
y me regresarías
aquella locura de los besos
que excitaban las líneas
azules de la noche.
¡Oh, vestigios de muerte
que tus brazos anunciaron!
Porque tú ya no estás, y no estás,
para siempre
serás de otra distinta
presagiando esa muerte.
Así mi pequeño corazón
podrá, sin un latido,
descansar
en el cementerio construido
por las ilusiones.
por no haber buscado tus ojos
en el fondo del parque
al que iban los gitanos.
Por no haberme derramado
en lo lírico de tu rostro.
Por haber dejado
escapar las primaveras
sin un fruto.
Por no horadar tus recuerdos,
por no escribirte canciones.
Porque entonces vendrías,
quizás de entre los muertos,
y me regresarías
aquella locura de los besos
que excitaban las líneas
azules de la noche.
¡Oh, vestigios de muerte
que tus brazos anunciaron!
Porque tú ya no estás, y no estás,
para siempre
serás de otra distinta
presagiando esa muerte.
Así mi pequeño corazón
podrá, sin un latido,
descansar
en el cementerio construido
por las ilusiones.
Este poema, me resulta muy turbador y me crea un cierto desasosiego. El miedo al amor nos lleva ineludiblemente a vivir sin él, y sin amor y sin ilusiones no se puede vivir, o al menos no se debe. Es un contrasentido que el amor casi siempre cause dolor, pero ahí está la medida de su significado. Se teme y se sufre en el amor, si no hay amor ¿a que vamos a temer, que nos va dañar, y que podemos perder?. Renunciar al amor es darse de cabeza contra la última estrofa de tu poema.
ResponderEliminarEl poema, espléndido todo él con versos sublimes como "Por no haberme derramado en lo lírico de tu rostro". Muy bello pero muy desesperanzador. Recuerda que Lorca, a pesar de su amargura busca "Su blanco de alegría".
Era inevitable pagar el esfuerzo que me llevó una primera lectura de "Poeta en Nueva York", y el que me fuera asiendo a aquellos poemas de interpretación más fácil para buscar un acomodo en una de mis vueltas a la poesía, en este caso no es el poema sino uno de sus versos el que me dio pie para que siguiera en mis derivas sentimentales. Creo que uno de los grandes legados de Lorca en los que no se ha insistido mucho, ha sido este poemario. A veces resulta difícil comprender la recurrencia en fórmulas no siempre eficaces para buscar líneas sólidas dentro de poesía española actual, y se obvie aquel momento creativo (Alberti, Cernuda, Miguel Hernández) que el comienzo de la guerra maltrató, y las consecuencias de ella acabó sesgando. Sé que para algunas personas reconocer influencias irá siempre en mi contra, pero estoy seguro de que las más coherentes, y a ti te encuentro entre ellas, piensan que es imposible escapar de ellas.
ResponderEliminar