martes, 24 de mayo de 2011

Poema de 1998

No deseé tu voz ni tu misterio.
No arranqué esa flor
triste que me ofreciste.

Ya no puedo dejar
la sombra en el camino,
me arrastra tu silencio
como si fuera muerte,
como si fuera voz
en el aire exilado,
de soledad perdida,
huérfana de esperanza.

Solos tú y yo, cantando,
solos y desmembrados
en la noche de amor
como un cuerpo insensato.

2 comentarios:

  1. Este poema es un canto al desamor, en su más estricto sentido. Intuyo no sólo desamor, sino desprecio hacia quien se quiso alguna vez. Un poema que entristece y que parece un manifiesto de cuando el amor se acaba. Los mejores versos, a mi parecer, los de la segunda estrofa. El final se me escapa.

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  2. Gracias Beatriz, he tardado unos días en contestare este comentario. Te agradezco que hagas una lecturas tan profunda aunque me pongas en dificultades. Creo que no hay desprecio sino desconcierto, una constante en mi vida. No me extraña que la última estrofa se te haya escapado, consulté con una persona que me merece mucho respeto por su gran inteligencia y ni después de darle la explicación lo veía claro, la palabra clave es "desmembrados", creo que aceptándola como "separados" encuentra algún sentido. Ya sabes, Beatriz que te has ganado sobradamente mi respeto, por la calidad de tus comentarios, y no es sino un placer el que intente darte una explicación cuando en algunos versos incurro en contradicciones.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.