Cuanto más percibe que los demás se dan cuenta de lo
que ella siempre ha visto, más sufre, y yo no puedo transmitirle que lo daría
todo por mantener viva su sonrisa.
Primer amor
No llores, amor de Abril que se abrió en Mayo,
porque quizás no nos volvamos a ver;
en cada piel que toque recordaré la tuya
y cada mirada que me mate lo hará con tus ojos.
Me enamoran estos versos que me dejan pensando en tan tremenda contradicción, tan dulces y tiernos y tan duros y terribles al mismo tiempo. Me recuerdan a una canción, aunque no sabría decir cual.
ResponderEliminarGracias, Julia, quizás me haya ido muy atrás para recuperar la emoción de una despedida, y llevas razón, dulzura y tristeza se entremezclan, pero pienso que así suelen ser estas cosas. Hay momentos que se agradece haberlos vivido.
EliminarUn abrazo.
Con tan poco habéis dicho mucho, esa cualidad en tu poesía mi estimado Enrique es algo que valoraré siempre. Un aplauso.
ResponderEliminarSiempre es un placer volver a saludarte, Alberto. Obtener una buena acogida de tu parte lo valoro mucho, siempre me sueles hablar de virtudes y eso me anima mucho.
EliminarUn abrazo.
¿Cómo se puede vivir y no saber vivir, sobrevivir y ver pasar los días y no darse cuenta de lo evidente?Así viví, así iba muriendo, así reconozco mi derrota.
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