domingo, 24 de abril de 2011

Pavese y la consagración de la espera


Pavese en los últimos años de su vida no hizo un intento de crear una poesía nueva que se opusiera formalmente a la alentada por el régimen fascista. Elige el verso de arte menor y una forma que le acerca a la poesía popular. Quizás en ese momento de su vida no le importaran nada las viejas aspiraciones y se abrazara a la poesía para expresar sus sentimientos más íntimos. Ya era considerado, con toda justicia el mejor narrador y novelista de las letras italianas, lo que tampoco contribuyó a que despejara su honda melancolía. 
Los Gatos lo sabrán es uno de sus poemas más conocidos, ha sido traducido al español repetidas veces. Yo tengo especial afecto por la primera de ellas que leí, la de José Agustín Goytisolo.


I Gatti lo Sapranno
Ancora cadrà la pioggia
sui tuoi dolci selciati,
una pioggia leggera
come un alito o un passo.
Ancora la brezza e l'alba
fioriranno leggere
come sotto il tuo passo,
quando tu rientrerai.
Tra fiori e davanzali
i gatti lo sapranno.
Ci saranno altri giorni,
si saranno altre voci.

Sorriderai da sola.
I gatti lo sapranno.
Udrai parole antiche,
parole stanche e vane
come i costumi smessi
delle feste di ieri.
Farai gesti anche tu.
Risponderai parole
viso di primavera,
farai gesti anche tu.
I gatti lo sapranno,
viso di primavera;
e la pioggia leggera,
l'alba color giacinto,
che dilaniano il cuore
di chi più non ti spera,
sono il triste sorriso
che sorridi da sola.
Ci saranno altri giorni,
altre voci e risvegli.

Soffieremo nell'alba,
viso di primavera.
                                                                 Cesare Pavese.



Aún caerá la lluvia/sobre tus dulces suelos/ una lluvia ligera/ como  hálito o un paso/ Aún la brisa y el alba/ florecerán ligeras/ como bajo tu huella/ cuando regreses tú/ Entre flores y alféizares/ los gatos lo sabrán.
Pasarán otros días/ escucharás otras voces/Sonreirás a solas/los gatos lo sabrán/ Oirás viejas palabras / palabras quietas, vanas/ como el traje perdido / de la fiesta de ayer.
Tú también harás gestos/responderás palabras/rostro de primavera/ también harás gestos tú.
Los gatos lo sabrán/ rostro de primavera/y la lluvia ligera/ y el alba del jacinto/que laceran el pecho / de quién ya no te espera/ con la triste sonrisa/ que a solas ilumina.
Llegarán otros días/ voces y madrugadas/ sufriremos al alba/ rostro de primavera.

7 comentarios:

  1. Me resulta fascinante que intentes acercanos a Pavese. Junto a este poema me gustan especialmente "Las mañanas pasan claras", "Verano" (el 1º), "Tienes el rostro de piedra esculpida", "La voz" y "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos".
    Muy buena traducción, sólo cambiaría:
    "igual que con tu paso,
    y entonces volverás.
    Me impresionó especialmente este comentario suyo "El arte como suele decirse, es una cosa seria. Es por lo menos tan seria como la moral o la política. Pero si tenemos el deber de aproximarnos a estas últimas con esa modestia que es búsqueda de claridad -claridad con los demás y dureza con nosotros mismos-, no sé con que derecho ante una página escrita olvidamos que somos hombres y que un hombre nos habla.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta mucho, Beatriz, que te hayas detenido en esta entrada, que te haya gustado mi traducción, la hermosa modificación o alternativa que propones en ella, y el que demuestres que Pavese no es un autor que te sea extraño; el texto que me adjuntas, no sé si extraído de su famoso diario, es muy significativo para que nos hagamos una idea de la personalidad de este hombre, yo había leído algo parecido cuando escribía con una exigencia excesiva hacia sí mismo y magnanimidad cuando relataba la vida de los otros.

    ResponderEliminar
  3. Tu detenimiento en Pavese, Beatriz, me ha sugerido la idea de publicar en el blog el poema "11 Aprile 1950", escrito tras leer un artículo sobre la ruptura sentimental del poeta con Constance Dowling.
    El poema fue colgado hará unos dos meses en El Foro al que pertenezco. Para mí es uno de esos poemas extraños en los que tienes una sensación poco gratificante mientras los escribes, y sin embargo te sientes satisfecho econ el resultado.
    Yo también opino que los poemas de Pavese que destacas están entre los mejores. No conozco "La voz", pero no perderé la primera oportunidad que tenga de conocerlo.

    ResponderEliminar
  4. Ese comentario no sé si figura en su diario, sé que forma parte de un artículo publicado en L'Unità de Turín el 20 de junio de 1945 (por cierto escribí claridad por caridad)
    El poema "La voz" creo que te será fácil encontrarlo, pero por si acaso aquí te lo dejo,aunque no creo que sea el sitio más adecuado.
    Cada día el silencio de la habitación sola / se cierra sobre el leve despilfarro de cada gesto / como el aire. Cada día la breve ventana / se abre inmóvil al aire que calla. La voz / ronca y dulce no retorna en el fresco silencio.

    Se abre como el respiro de quien está por hablar / el aire inmóvil, y calla. Cada día es el mismo. / Y la voz es la misma, que no rompe el silencio, / ronca e igual por siempre en la inmovilidad / del recuerdo. La clara ventana acompaña / con su pálpito breve la calma de entonces.

    Cada gesto golpea la calma de entonces. / Si sonase la voz, retornaría el dolor./ Retornarían los gestos en el aire estupefacto / y palabras palabras a la voz sumisa. /Si sonase la voz aun el pálpito breve / del silencio que dura, se haría dolor.
    Retornarían los gestos del vano dolor / ,percutiendo las cosas en el estruendo del tiempo / Mas la voz no retorna, y el susurro remoto / no encrespa el recuerdo. La inmóvil luz / da su pálpito fresco. Para siempre el silencio.

    Me alegro de haberte sugerido algo de este autor imprescindible.

    ResponderEliminar
  5. Impresionante, Beatriz, en la línea de los grandes poemas de Pavese. No cabe duda de a quien va dirigido, a la mujer de la voz ronca y dulce que fue el gran amor de su vida. Es curioso que aún hoy desconozca su nombre y me remita a la importancia que tuvo en su vida. En la utilización del verso largo parece cercano a "Trabajar cansa" y, por lo tanto, a la ruptura con ella.
    Gracias Beatriz, ya he pasado este gran poema a word y he separado los versos para poder disfrutarlo mejor, desconozco el original italiano, pero tengo que decirte que la traducción es muy buena, ya que se reconoce a Pavese en cada uno de los versos.

    ResponderEliminar
  6. El nombre de la mujer de la voz ronca era Battistina Pizzardo. El poema es de 1937.
    He buscado el poema original pero no lo he encontrado en la Red. Debe estar muy escondido, así que de nuevo aquí te lo pongo.

    Ogni giorno il silenzio della camera sola / si richiude sul lieve sciacquio d'ogni gesto / come l'aria.Ogni giorno la breve finestra / s'apre immobile all'aria che tace.La voce / rauca a dolce non torna nel fresco silenzio

    S'apre come il respiro di chi sia per parlare / l'aria immobile, e tace.Ogni giorno è la stessa. / E la voce è la stessa, che non rompe il silenzio, / rauca e uguale per sempre nell'immobilità / del ricordo. La chiara finestra accompagna / col suo palpito breve la calma d'allora.

    Ogni gesto percuote la calma d'allora. / Se suonasse la voce, tornerebbe il dolore. / Tornerebbero i gesti nell'aria stupita / e parole parole alla voce sommessa. / Se suonasse la voce anche il palpito breve / del silenzio che dura, si farebbe dolore.

    Tornerebbero i gesti del vano dolore, / percuotendo le cose nel rombo del tempo. / Ma la voce non tornna, e il susurro remoto / non increspa il ricordo. L' immobile luce / non increspa il ricordo. L'immobile luce / dà il suo palpito fresco. Per sempre il silenzio / tace rauco e sommesso nel ricordo d'allora.

    ResponderEliminar
  7. Sé, Beatriz, el momento en el que empecé a leer a Pavese, un lejano día de Julio de 1983, y sé que aquel muchacho que escribía poemas ya no sería el mismo; era una antología bilingüe y me permitía cotejar la traducción, muy buena, con el original, aunque los idiomas no han sido nunca lo mío, y no sabes cuánto lo lamento, me acostumbré al italiano de Pavese. El tono tranquilo, casi reposado del poema, con la paz lastimosa del que parece vencido, no puede ocultar la profunda emoción que despliega el poeta; "Ogni giorno la breve finestra / s'apre immobile all'aria che tace. La voce / rauca a dolce non torna nel fresco silenzio". Me sorprendió en su día, hablando entre jóvenes poetas que soñaban, que no le prestaran la atención que merecía, que no vieran la rabiosa modernidad y la calidad extrema en los versos que alguien había escrito unos 50 años antes; en un primer momento mostraba los versos de "Lavorare Stanca", aunque al final me decantaría por sus últimos poemas.
    Gracias, Beatriz, yo también he hecho un hallazgo contigo. Siempre es un motivo de celebración conocer a alguien a quién no sólo le guste la poesía, sino que la conciba más allá de barreras idiomáticas y encuentre a Pavese entre los imprescindibles.

    ResponderEliminar

Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.