jueves, 11 de julio de 2013

Una mujer nueva tendida entre las flores





        Salvatore Quasimodo (1901–1968) junto a Pavese, Pasolini y Eugenio Montale, es de los poetas italianos más destacados del siglo XX. Representa la expresión del Sur, su lírica recuerda el pasado glorioso de su tierra en el Mundo Antiguo y el dolor de la postración con respecto a la otra Italia en el presente, cuando le concedieron el Nobel (1959) se justificó; "Por su poesía lírica que, con una llamarada clásica, expresa el sentido trágico de la vida en nuestro propio tiempo”.



Una mujer nueva tendida entre las flores

Se adivinaba la estación oculta
en la ansiedad nocturna de la lluvia,
en el cruzar el cielo de las nubes
como ligeras cunas onduladas...
y yo había muerto.

Una ciudad suspendida en el aire
     era mi último exilio;
en derredor sentía la llamada
de las dulces mujeres de otros tiempos;
mi madre vuelta joven con los años
con tiernas manos recogía rosas,
con las más blancas coronaba mi cabeza.

Fuera caía la noche...
     Los astros recorrían precisos
sus ignorados rumbos en curvas de oro;
y las cosas se tornaban fugitivas,
para llevarme a sus ángulos secretos
     para hablarme de jardines
     de par en par abiertos
y del sentido de la vida.
Pero a mí me dolía la última sonrisa
de una mujer nueva tendida entre las flores.



Di Fresca Donna Riversa in Mezzo ai Fiori

S'indovinava la stagione occulta
dall'ansia delle piogge notturne,
dal variar nei cieli delle nuvole,
ondose lievi culle;
ed ero morto.

Una città a mezz'aria sospesa
m'era ultimo esilio,
e mi chiamavano intorno
le soavi donne d'un tempo,
e la madre, fatta nuova dagli anni,
la dolce mano scegliendo dalle rose
con le più bianche mi cingeva il capo.

Fuori era notte
e gli astri seguivano precisi
ignoti cammini in curve d'oro
e le cose fatte fuggitive
mi traevano in angoli segreti
per dirmi di giardini spalancati
e del senso di vita;
ma a me doleva ultimo sorriso
di fresca donna riversa in mezzo ai fiori.